"[...] Los hijos son los principales proveedores y receptores del apoyo emocional (confianza, compañía, orientación, etc.) e instrumental (ayuda en las labores domésticas y financiera), de forma tal que otro de los fenómenos implicados en la disminución de la interacción social es la marcha del hogar de los hijos [...] que afecta, directamente más a la mujer que al hombre" (Fernández-Ballesteros et. al., 1999).
Durante este período, cuando los hijos se marchan, los adultos mayores tienden a experimentar este fenómeno, basado en una sensación de vacío y soledad que muchas veces puede llevarlos a un estado depresivo, principalmente cuando éste no es tratado a tiempo.
El hecho de que los hijos se independicen a edades tardías provoca un cambio totalmente radical en la vida cotidiana de los padres, asimismo, como ya se mencionó, los efectos negativos repercuten directamente con la madre, pues es ésta la que menos quisiera que llegara el momento de dejar partir a los hijos, por el temor a no volver a recibir el mismo apoyo o por temor a la soledad.
Para ejemplificar el caso de los padres, quisiera tomar en cuenta la película argentina "Nido Vacío" de Daniel Burman, en la cual los protagonistas son una pareja que aproximadamente tienen entre 40 a 50 años de edad. Tienen hijos, los cuales viven en el extranjero, a partir de la partida de su hija menor, los conflictos en la pareja empiezan a aparecer, la esposa decide continuar con sus estudios universitarios, mientras que el esposo decide escribir una nueva novela en nombre a su hija menor. Debido a las diferencias entre las actividades de su esposa y de él, empiezan los problemas puesto que él se caracteriza por ser una persona calmada y conservadora, en cambio, su esposa muestra ser una persona mucho más sociable. A consecuencia de ello, existe un alejamiento de la pareja, sin embargo los problemas llegan a resolverse y comprenden de que los cambios por los que están pasando son totalmente normales y deben afrontarlos juntos, brindándose apoyo mutuo para rehacer sus vidas y comenzar con nuevos proyectos.
Referencia:
Fernández-Ballesteros, R., Moya, R., Iñiguez, J., Zamarrón, M. (1999). Las Relaciones Interpersonales. En R. Fernández-Ballesteros et. al. (Eds.). ¿Qués es la Psicología de la Vejez? (pp. 127-137). Madrid: Biblioteca Nueva.
Yo también hice un post sobre este tema y considera que bastante acertado lo que dices. Es difícil para un padre que su hijo se vaya de casa, pero más difícil aún si este hijo representa su red de apoyo social. Nosotros podemos hablar de esto con nuestros papás y familiares cercanos. Podemos empezar a prepararlos,actuemos desde dentro.
ResponderEliminarDana, agradezco tu comentario y es verdad lo que dices, todo cambio debe empezar desde casa, por eso siempre tratar de unir a la familia en las reuniones para así seguir manteniendo el contacto y aumentar el afecto tanto con los padres como con nuestros abuelos
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