Afectividad

"Durante la vejez parece darse una menor emocionalidad, en su expresión fisiológica; sin embargo, la expresión motora de la emoción sigue manteniéndose constante" (Fernández-Ballesteros et. al., 1999).

Debido a los cambios biológicos en el proceso de envejecimiento, el adulto mayor puede experimentar una mayor lentitud al expresar sus sentimientos, también éstos son menos capaces de poder entender o descifrar las emociones de los demás. Sin embargo, ésto no quiere decir que no experimenten sentimiento alguno hacia alguien o algo. 

Respecto a las relaciones de pareja, lo ideal es que siempre se demuestren afecto, puesto que al llegar a una avanzada edad, ambos necesitan de comprensión mutua y afecto. 

Asimismo, haciendo un pequeño paréntesis acerca de la evaluación para el diagnóstico de una depresión en adultos mayores, es necesario que durante el examen de estado mental, el entrevistador pueda identificar cómo se encuentra el estado de ánimo y afecto del evaluado, pues éste podría clave para el diagnóstico y de esa menara, si es que fuese un caso de depresión severa, se podría intervenir para evitar una posible tragedia, como es el suicidio. 

Referencia:
Fernández-Ballesteros, R., Moya, R., Iñiguez, J., Zamarrón, M. (1999). La Afectividad y La Personalidad. En R. Fernández-Ballesteros et. al. (Eds.). ¿Qués es la Psicología de la Vejez? (pp. 107-121). Madrid: Biblioteca Nueva.